La Paz, Baja California Sur.- “El
maestro en Baja California Sur es un maestro muy preparado”, que
cumple
con actualización y mejoras “día con día”, por lo que la reforma
educativa es aceptada sin mayores aspavientos, asegura Mateo Casillas
Ibarra, secretario general de la sección tercera del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Casillas Ibarra invita a los inconformes
a que acepten la evaluación, pues se trata de un instrumento para
“mejorar las condiciones en las que está llevando a cabo su materia de
trabajo, las condiciones en que van los niños a la escuela, las
condiciones en que está dentro de un salón de clases dando a conocer su
cátedra”, dijo.
“Al maestro no se le obliga, al maestro
se le exhorta a que cumpla de una mejor manera su labor. Todos, todos,
todos, de acuerdo a la ley, todos vamos a ser evaluados, pero vamos a
ser evaluados con una intención formativa, no punitiva, eso no va a
pasar porque el primero, el primero que tiene que defender ese derecho
soy yo como sindicato (sic)”.
Las evaluaciones previstas en la reforma
educativa, subrayó el secretario general, no derivarán en despidos,
únicamente las negaciones a ser evaluado, pues esto último sí
representa, ahora, una violación a la ley.
“Al compañero a los cuatro años se le va
a aplicar una primera evaluación. En esa primera evaluación,
dependiendo el resultado, si el compañero sale con algunas deficiencias,
se le va a invitar a que tome determinados cursos, que se actualice o
capacite donde tiene el problema […] Te van a dar después hasta doce
meses para aplicarte una segunda evaluación. Te van a poner un tutor […]
Posteriormente te van a aplicar una tercera evaluación, otros doce
meses posteriores, y si ya en ese lapso no se ve un avance, no se ve
realmente un progreso o una disposición por parte del maestro, sí se le
va a aplicar alguna sanción, pero, que quede claro, no le van a quitar
su nombramiento de maestro. Probablemente le asignen otras actividades,
probablemente administrativas o probablemente técnicas”.
Luego de publicadas en el Diario Oficial
de la Federación (DOF) las modificaciones a la ley educativa, cada una
de las Secretarías de Educación Pública (SEP) de las entidades contará
con seis meses “para dar a conocer el estado que guardan”, es decir,
reportar a la federación “cuántas plazas hay, las horas y el estado que
guardan cada una de las escuelas”. Con esta medida, aseguró el líder
sindical, “ya no va a haber aviadores y ya no va a haber compensados
tampoco”.
Por otra parte, insistió en que el SNTE
nunca estuvo en contra de la reforma educativa, ni siquiera con Elba
Esther Gordillo Morales al frente.
“En ningún momento, nosotros como
organización sindical, la hemos rechazado […] Incluso está plasmado en
todos los diarios, nunca dijimos que no aprobábamos una reforma
educativa, siempre aprobamos una reforma educativa, pero que fuera
integral”.
Una vez que se aplique “correctamente”,
advirtió por último, “el que tiene que hacer su trabajo,
definitivamente, es el Gobierno Federal, la Secretaría de Educación
Pública”, pues la carencia de equipo e infraestructura educativa en la
gran mayoría de las escuelas públicas del país no permiten sostener esta
reforma.
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